Mantenerse activo es una de las mejores cosas que las personas mayores pueden hacer por su salud, pero la actividad física no está exenta de riesgos. Las lesiones relacionadas con el ejercicio pueden ocurrir con mayor facilidad a medida que envejecemos debido a cambios en el equilibrio, la fuerza muscular y la densidad ósea. Afortunadamente, la mayoría de las lesiones se pueden prevenir con las precauciones adecuadas.
Algunas de las lesiones más comunes relacionadas con el ejercicio en personas mayores incluyen:
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- Distensiones musculares, a menudo causadas por esfuerzo excesivo o técnica incorrecta
- Dolor en las articulaciones, especialmente en rodillas, caderas y hombros
- Caídas, que pueden provocar lesiones graves como fracturas
- Tendinitis, que resulta de movimientos repetitivos
Estas lesiones no solo son dolorosas. También pueden desanimar a las personas mayores a continuar con una rutina de ejercicio, lo que puede llevar a una disminución de la fuerza, la flexibilidad y la salud general.
Aquí hay algunas formas de mantenerse seguro mientras se mantiene activo:
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- Caliente adecuadamente antes de comenzar cualquier actividad. Estiramientos suaves y movimientos lentos preparan los músculos y articulaciones.
- Use la forma y el equipo adecuados. Ya sea caminando, nadando o levantando pesas ligeras, la técnica correcta puede prevenir tensiones.
- Escuche a su cuerpo. Si algo se siente doloroso o incómodo, no lo ignore. Descanse y consulte con un proveedor médico si es necesario.
- Elija actividades de bajo impacto. Caminar, aeróbicos acuáticos, tai chi y yoga en silla son excelentes opciones que reducen el riesgo de lesiones.
- Manténgase hidratado y use zapatos de apoyo que proporcionen equilibrio y tracción.
Si va a comenzar un nuevo programa de ejercicios, especialmente después de un período de inactividad, considere hablar primero con un proveedor de atención médica. Ellos pueden ayudarlo a elegir actividades apropiadas según su nivel de condición física y cualquier afección de salud.